http://www.2012diciembre.com/2012/?p=86
Albert Einstein dijo una vez: “Si la abeja desaparece de la superficie del planeta entonces el hombre sólo tendrá cuatro años de vida. No más abejas, no más polinización, no más plantas, ni más animales, no más hombre “.
Según los apicultores que están luchando contra una misteriosa enfermedad que llevó a la desaparición de millones de abejas temen que estás profeticas palabras se cumplan. Al parecer este es un fenómeno que viene ocurriendo en los últimos años y a nivel global.
No se trata de un pequeño sector agrícola que está siendo afectado solamente. En los EE.UU., las abejas polinizan más de $ 14 mil millones de semillas y cultivos cada año.
La desaparición de abejas y “la misteriosa enfermedad” no se limita a los EE.UU. En Europa, los países están experimentando diversos grados de lo que los investigadores describen como “trastorno de colapso de colonias” (o CCD). Países que incluyen Alemania, Suiza, España, Portugal, Italia y Grecia les sucede lo mismo. Sin embargo, las perdidas más graves fueron en EEUU. En la costa oeste la población de abejas han visto pérdidas en el 30 a 60 por ciento. En la costa este y Texas, la pérdida es tan alta como 70%. Estas gotas son catastróficas.
Hay una serie de diferentes teorías acerca de por qué esto está ocurriendo. Tras examinar una sección transversal de la opinión científica, se observa que la disminución de la población de abejas está provocada por una variedad de factores, en lugar de una sola causa.
Hay pruebas de que el sistema inmunológico de las abejas pueda ser el causante. Esto puede ser debido a el uso de insecticidas. Algunos investigadores consideran que los cultivos modificados genéticamente son un factor que contribuye a la disminución de la población de abejas. El estrés también está como posibilidad, dado que las colonias se aprietan más y más , reduciendo su hábitat, consecuencia del desarrollo urbano. Y el ácaro Varroa introducido desde Asia ha demostrado ser problemático.
El declive en la salud de las colonias se puede demostrar por los datos de la investigación. El problema ha alcanzado niveles de crisis. Dennis van Englesdorp con el Departamento de Agricultura de Pensilvania utilizan una analogía con el Sida en un intento de subrayar la gravedad de la amenaza a las poblaciones de abejas.
Los investigadores han descubierto múltiples infecciones coexistentes en algunas colonias, muchos de los cuales también fueron infectadas con hongos, un indicador de que el sistema inmune de las abejas está seriamente comprometido. Esto puede estar relacionados con los cultivos modificados genéticamente y los científicos están trabajando para tratar de determinar las posibles relaciones.
Hay un segundo conjunto de factores que pueden llevar a la lenta muerte de las abejas. La relación con los campos magnéticos y ondas electromagnéticas. La mayoría de las pérdidas se han producido como resultado de que las abejas no pueden navegar de vuelta a sus colmenas. Esto, huelga decirlo, no está relacionado con el sistema inmune, sino más bien con la orientación que tienen al volar y no poder regresar a sus colmenas. Quedan desorientadas totalmente.
Puede deberse a una de dos: nuestra moderna tecnología interfiere con esto, especialmente la telefonía móvil. O bien, la otra causa es que estamos experimentando un cambio de polaridad magnética, lentamente y cuyo pico máximo, semejante al accionar de un interruptor, tendrá lugar en 2012.
Un estudio realizado por la matemática Barbara Shipman, uno de los más fascinantes, sugiere que el aspecto fundamental de la actividad de las abejas depende, obviamente, de la búsqueda de fuentes de polen y regresar a la colmena. Según la Sra. Shipman esta rutina se ve facilitada por la “danza” que realizan las abejas. Ella indica que la “danza” está influenciada por factores tales como la polarización de la luz del sol y de las variaciones del campo magnético terrestre.
Ahora bien, no olvidemos lo que algunos científicos consideran respecto al próximo máximo solar uno de los más intensos. Mausumi Dikpati, un astrónomo en el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica predice un máximo solar en 2012, un fenómeno que se produjo la última vez en 1958. Las manchas solares generarán un intenso magnetismo que podrá sentirse en la tierra.
Desde el ciclo solar 24, que comenzó en 2007, de acuerdo con la estimación de Mausumi, es posible que el comportamiento de las abejas nos esté indicando esta variación del magnetismo terrestre y lo que sucederá para 2012.
Y si bien, la dramática disminución de la población de abejas parece deberse a una combinación de factores: insecticidas, la ingeniería de cultivos, la reducción de los hábitats y los parásitos que han afectado la salud general y del sistema inmunológico de las abejas, el otro factor que contribuye a la disminución de abejas se refiere muy probablemente a los efectos secundarios de la actividad solar y el campo mágnetico de la tierra.
Saturday, April 04, 2009
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